La sentencia contempla como atenuante que el condenado tenía 16 años cuando sucedieron los hechos. El fiscal había solicitado una pena de seis años y un día de prisión mayor, teniendo en cuenta también la minoría de edad del procesado La defensa, en cambio, pidió la absolución o en su caso la reducción de dos grados en la pena que pedía el fiscal.

La sentencia considera probado el delito de violación anal, que tuvo lugar en la localidad onubense de Isla Cristina en 1992, y que aunque el violador sufre trastornos de personalidad, éstos "no influyen en el acto realizado, del que tiene conocimiento y comprende su alcance".

El fallo impone además al autor de los hechos la suspensión de empleo y derecho de sufragio durante el tiemo de la condena, así como que abone a la víctima la cantidad de medio millón de pesetas en concepto de indemnización por daños y perjuicios.