La sentencia señala que los hechos ocurrieron la noche del 12 de julio de 1991, cuando Angel Pisar y la mujer de su compañeo de trabajo, que se encontraba de viaje, coincidieron en una fiesta campestre.

Según el fallo, el procesado, animado por la ausencia del marido, invitó a la mujer a ir a un tablao flamenco. Durante el trayecto Angel Pisar tiró a la mujer al suelo en un prado y con una navaja la conminó a realizar el acto sexual.

El acusado, que según la sentencia se encontraba bajo los efectos del alcohol, golpeó a la mujer, que ofreció resistencia y le produjo cortes con la navaja en diversas partes del cuerpo.Después la violó y le obligó a que le entregara todas las joyas que llevaba.

El fiscal había solicitado para Angel Pisar 15 años de prisión por el delito de violación y otros cinco por el de robo, mientras que la defensa solicitó la libre absolución al considerar que no era autor de los delitos que se le imputaban.