Los magistrados consideran probado que, de 1988 a 1992, estas personas constituyeron una trama de 25 sociedades instrumentales que utilizaron para varias finalidades fraudulentas, bien defraudando en las declaraciones de los impuestos de sociedades, IVA e IRPF, o en la obtención mendaz de las ayudas a la exportación, así como en actividades de contrabando.

Así, participaron en la importación clandestina de cargamentos de leche en polvo procedente de países extracomunitarios, que hacían pasar por la Aduana Española como talco micronizado, ácido bórico o esteatita, "con unas posiciones arancelarias más ventajosas que las de la leche y sus derivados".

"La comercialización de esa leche se realizaba luego de forma escalonada, a través de sociedades instrumentales organizadas en uno o dos niveles de interposición, con el objeto de crear ficticiamente una cadena nacional de sociedades adquirientes y proveedoras que no sólo ocultarían el origen extracomunitario de la leche, sino que aparentarían una actividad regular".

Según consta en la sentencia, en el momento en que se producía la importación de la leche se cambiaba la denominación del producto, para evitar tasas, impuestos y trabas aduaneras. "Con posterioridad, se producía el cambio de las facturas, se interponían sociedades instrumentales para generar el dinero negro", añade la sentencia.

Los magistrados condenan a estas personas por delitos de contrabando, fraude fiscal, fraude de subvenciones y contra los intereses financieros de las comunidades, y asociación ilícita.

El fallo incluye penas de arresto mayor y multas de diversas cuantías. Además, les condena, como responsables civiles directos, a indemnizar a la Hacienda Pública con cantidades que oscilan entre los 2.486.816,07 euros y 15.379.296,96 euros.