Según la sentencia dictada hoy por la Audiencia sevillana, la anciana tendrá qe pagar también una indemnización medio millón de pesetas a la joven a la que le practicó el aborto por las lesiones y secuelas que le provocó.

Los hechos ocurrieron en 1992 cuando la joven sevillana María Nieto decidió interrumpir voluntariamente su embarzo por temor a tener más hijos.

Acudió al domicilio de la condenada, que habitualmente se dedicaba a realizar abortos en su casa, situada en el barrio marginal de las 3.000 viviendas, de Sevilla.

La anciana colocó a María Nieto en la cama yle introdujo en la vagina una goma y una aguja métalica con la que le provocó una hemorragia.

Patrocinio Blanco cobró 5.000 pesetas por el aborto y recomendó a la joven que se tomara una copa de coñac hervida con canela para aliviar el dolor y le advirtió que en ningún momento acudiera al médico.

María Nieto sufrió dolores y mareos los días posteriores y tuvo que acudir al hospital sevillano Virgen del Rocío, donde ingresó en grave estado.

En este centro hospitalario tuvo que se intervenida uirúrgicamente como consecuencia de las lesiones que le había ocasionado el aborto.

En esta operación María Nieto, que ya tenía 2 hijos, perdió los dos ovarios en la histerectomía total que le realizaron, por lo que quedó estéril.

La sentencia, dictada por el juzgado de instrucción número 9 de Sevilla, recoge que Patrocinio Blanco se aprovechó de la incultura, y la situación de angustia y miedo que sufría María Nieto.