En declaraciones a Servimedia, Alarcón señaló que los datos de que dispone la Polica demuestran que las acusaciones falsas son muy raras, al igual que los casos que ha tramitado su asociación durante los doce años que lleva funcionando, periodo en el que sólo detectaron 5 denuncias infundadas.

Esta asociación promovió la acusación en 628 casos de violación juzgados en 1996, ninguno de los cuales estaba basado en acusaciones falsas, y en los que sólo resultaron absueltos dos de los acusados.

Según la AMV, aunque numerosos casos de violación no son denunciadas por las víctimas, cando éstas se deciden a dar ese paso casi siempre obtienen una sentencia condenatoria porque las pruebas suelen ser muy contudentes.

Alarcón consideró "lamentable" el caso de los marroquíes falsamente acusados y señaló que ahora hay pruebas de alta precisión, como la del ADN, que hace cinco años no existía, y que es la que ha permitido probar la inocencia de estos dos acusados.

Añadió que estos nuevos métodos suponen un freno casi definitivo a la presentación de denuncias falsas, al margen del heho de que estas son rarísimas, según recalcó, porque ninguna mujer quiere pasar por un trauma como un pleito por violación si no está la razón de su parte.

Tras aclarar que la AMV no llevó este caso, Alarcón explicó que el hecho de que las denunciantes se hubieran mostrado firmes en la identificación de los supuestos agresores puede deberse a una confusión o a "clara mala intención".

Asimismo, Alarcón agregó que en la AMV se realiza una "criba bastante importante" de los casos que se presentan, smetiendo a la denunciante a análisis por parte de expertos y psicólogos, antes de asumir su defensa ante los tribunales.