Conde, que compareció así por primera vez como inculpado ante un juzgado por un asunto relacionado con su gestión al frente de Banesto, tuvo que responder si ordenó personalmente el pago de dichas facturas a la empresa Publitax Publicidad por un estudio sobre "Las repercusiones de la Guerra del Golfo en el mercado inmobiliario de Madrid".

Este pago fue autorizado por el ex director general de Banesto y "mano derecha" de Conde, Fernando Garro, quien en su declaración ante Moreiras a principios d este año aseguró que había recibido instrucciones superiores para firmar la autorización.

Conde, que estaba citado por el juez a las 18 horas, llegó 10 minutos antes de la hora fijada a la Audiencia Nacional, donde le esperaban medio centenar de periodistas, algunos de los cuales llevaban haciendo guardia ante el juzgado desde la mañana.

Tras descender del vehículo de lujo en el que llegó al edificio judicial, el ex presidente de Banesto, que iba acompañado de dos guardaespaldas y de su abogado,fue rodeado inmediatamente por una nube de fotógrafos y cámaras, que provocaron una tumultuosa entrada de Conde en la Audiencia Nacional.

Minutos después del acceso del banquero a la audiencia, hizo acto de presencia en la entrada del inmueble el ex presidente de Rumasa, José María Ruiz-Mateos, quien tras acusar a Moreiras de ser "un lacayo del Gobierno", justificó su presencia en que "Mario Conde se esconde y yo vengo a dar la cara por él y por mí".

Ruiz-Mateos permaneció en las inmediaciones de juzgado esperando la salida de Conde con el fin de ofrecerle un trozo de la tarta que llevó para festejar su 63 cumpleaños, aunque no pudo verlo dado que éste abandonó la Audiencia Nacional por el garaje del edificio, contando para ello con la autorización del juez.