Esta versión se contradice con la apuntada ayer por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, quien, en el auto con el que decretó el ingreso en prisión de 10 de los 12 detenidos en la operación, señalaba que el grupo contaba con tan sólo tres terroristas dispuestos a suicidarse.

Conde-Pumpido, en declaraciones a la prensa tras participar en el Seminario Internacional de la Fiscalía Europea, señaló que según las informaciones que posee su Departamento, de las diez personas que ingresaron ayer en prisión, dos eran los líderes del grupo, dos desarrollaban las labores como expertos en explosivos y los seis restantes eran los terrorista suicidas.

El fiscal general del Estado no pudo concretar la fecha en la que los presuntos terroristas islámicos tenían pensado cometer su atentado, si bien el juez Moreno estipulaba en su auto de ayer que la acción se iba a cometer el pasado fin de semana.

Aún así, aseguró que el atentado iba a ser "inminente" aunque matizó que quizás los terroristas "habían cambiado su plan", retrasando la fecha de ejecución de la acción criminal.

Conde-Pumpido también confirmó que una de las piezas clave para la operación que desarticuló la célula terrorista fueron las declaraciones de un testigo protegido, del que dijo que ha ofrecido "información fiable".

Además, destacó, como prueba concluyente en este caso, la incautación por parte de la Guardia Civil de nitrocelulosa, compuesto utilizado para la fabricación de dinamita, así como temporizadores, cables y elementos que podían haber servido como metralla.

Por último, Conde-Pumpido subrayó los "buenos resultados" que se están obteniendo "actuando anticipadamente contra estos grupos terroristas".