"Concretamente, intentó que yo cesara a unos cuantos consejeros para nombrar él a lo que llamaba `sus gentes'. Y de esa conversación existen testigos. Cuando posteriormente vió que había perdido la guerra él decía que tenía `secuestrado' su dinro en Banesto y que, por tanto, una vez que fracasó su intento de que las familias me destituyeran como presidente, sencillamente vendió las acciones y se fué", comentó Conde.

En declaraciones a "Protagonistas", de Onda Cero, afirmó que es "grave y falso" que Abelló haya dicho ayer a los diputados de la `comisión banesto' que en la entidad se "maquillaban" las cuentas con aprobación del Banco de España.

"Es grave, aparte de ser falso. Empieza a ser falsa la propia historia que he leído de que el eñor Abelló abandonó Banesto por discrepancias con la gestión. No es ni muchísimo menos así. Abelló abandonó Banesto porque perdió una guerra que dió con toda fuerza", explicó.

Por otro lado, Mario Conde negó que haya cobrado mil millones de Banesto en concepto de gastos de representación, como asegura el periodista Jesús Cacho en el libro "M.C. Un intruso en el laberinto de los elegidos", que hoy se pone a la venta.

"Jesús Cacho es un gran periodista pero no existía partida de gastos de represenación". Aseguró que para ratificar este desmentido nada mejor que mirar sus declaraciones de la renta.

NO HUBO PAGOS AL PSOE

Respecto a la supuesta entrega de 600 millones al PSOE, através del intermediario Antonio Navalón, para que le fueran concedidas exenciones fiscales a la Corporación Industrial Banesto, Mario Conde insistió en que no pagó "ni un duro" al PSOE. "Nadie del PSOE me pidió una peseta. Los 600 millones eran el pago de servicios profesionales".

Por último, Conde desmintió la infrmación que se aporta en el libro de Cacho sobre el supuesto ofrecimiento que le hizo Adolfo Suárez para ser vicepresidente económico en una hipotética remodelación del Gobierno de Felipe González.

El ex presidente de Banesto no negó haberse visto con Suárez, pero matizó que "no habló en nombre de Felipe González ni en nombre de nadie". Añadió que ese ofrecimiento de participar en el Ejecutivo no existió y que "no hubiera sido lógico".