Los Reyes, acompañados por los Príncipes de Asturias y toda la cúpula militar y civil del Ministerio de Defensa, abandonaron el lugar de la parada militar y se dirigieron hacia el Ayuntamiento de Zaragoza, donde el alcalde, Juan Alberto Belloch, ofreció una repeción oficial.

Cabe destacar la presencia del Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, que no había sido anunciada.

La lluvia, pese a dar pequeños avisos con algunas gotas, dio tregua y pudieron desfilar por la capital aragonesa unos 1.700 militares y 90 vehículos, así como sobrevolar Zaragoza 47 aeronaves.

Los cientos de ciudadanos que se agolparon en las cercanías del Paseo de la Independencia recibieron a los Reyes y los Príncipes de Asturias con aplausos, mientras que una pequeña representación de una de las tribunas abucheó al titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que acudió en sustitución de la ministra Carme Chacón.

Los aplausos y los "vivas" a España se repitieron durante toda la parada militar, pero con especial énfasis cuando desfilaron miembros de la Guardia Civil, de la Legión y de los Regulares de Ceuta. Al paso de los agentes de la Benemérita, toda la tribuna se puso en pie.