De la Concha, quien ha permanecido en prisión un total de 57 días,salió del centro penitenciario protegido por varios policías nacionales y en medio de una nube de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión, que se afanaban infructuosamente por arrancarle alguna declaración.

Tras recorrer a pie y con gesto serio los 250 metros de camino vallado que separan las instalaciones penitenciarias del último puesto de vigilancia policial, De la Concha se introdujo en un automóvil 'BMW' de color negro, junto con su esposa, Isabel Falabella, y uno de sus hijos.

Su muer, ante los constantes requerimientos de los informadores, se limitó a declarar que estaba muy contenta con la puesta en libertad de su marido. Posteriormente, los tres partieron a toda velocidad con destino a Madrid.

Por su parte, el abogado del ex síndico, Miguel Bajo, confirmó a los periodistas que su cliente está dispuesto a acudir a prestar declaración a la 'comisión Rubio', cuyo presidente, Jon Zabalía (PNV), anunció hoy que De la Concha ha sido llamado a declarar el próximo 7 de julio.

Lacomparecencia de De la Concha, cuyo testimonio es considerado imprescindible por la mayoría de los comisionados, provocará un reajuste del resto de las citaciones previstas, algunas de las cuales tendrán que celebrarse en septiembre.

ESTUDIAR DOCUMENTACION

Durante los 57 días que De la Concha ha permanecido en prisión pasó buena parte de ese tiempo estudiando la documentación que le hizo llegar su abogado en relación con su caso, según informaron a Servimedia fuentes penitenciarias.

El otrora aigo íntimo de Mariano Rubio residió en Alcalá-Meco en un módulo propio, comiendo en su propia celda y sin acudir a los espacios comunes de los presos, como la biblioteca y el salón de actos.

De la Concha, según las citadas fuentes, hizo la vida normal de un presidiario, con la única excepción que se le permitió para evitar agresiones: vivir en un régimen de aislamiento que normalmente sólo se aplica con fines punitivos.

El ex síndico de la Bolsa de Madrid y el ex gobernador del Banco de España Maiano Rubio se sometieron ayer a un careo ordenado por el titular del juzgado de instrucción número 6 de Madrid, José Emilio Coronado, en el que no quedó claro el origen de los 115 millones ocultados a Hacienda por Rubio.

Al final del careo, los abogados de la acción popular insistieron en que el testimonio de De la Concha fue más coherente y razonado que el de Rubio y que no entendían cómo el primero podría continuar en la cárcel mientras el ex gobernador está en libertad.