De la Concha adujo que él jamás organizó sistemas para evadir tributos y que las cuentas B opacas al fisco sólo existen cuando su titular decide no declararlas a Hacienda y que eso es de su entera responsabilidad.

"No hay cuentas B", aseguró, "porque todas las cuentas son iguales, y la única diferencia entre las A yB es si los titulares las declaran o no las declaran. Si si las declaran son A y, si no, son B o C o el nombre que queramos", explicó.

Agregó que en Ibercorp "no se vendían activos falsos ni pagarés falsos ni cesiones de crédito ni primas únicas, allí se operaba con un título emitido por el Estado. Entonces, no hay cuentas falsas, eso es lo que el titular quiera hacer con ellas".

Al preguntarle si de ello hay que concluir que Mariano Rubio no tenía una cuenta B, contestó: "tenía dos cuentas y una al parecer, en la que participaban algunas otras personas; por lo visto, en ella, pues esa no la ha declarado".

Explicó que, con estos argumentos, no pretende eludir sus responsabilidades, pero recalcó que "cada uno tiene que ser responsable de las suyas. Yo puedo ser responsable de la organización de mi despacho y de algunas otras cosas de que podíamos hablar y luego mis clientes tienen que ser responsables de sus declaraciones a Hacienda y de sus cosas".

No obstante, restó importancia a las dicrepancias puestas de manifiesto en el careo a que les sometió esta semana el juez del "caso Ibercorp", José Emilio Coronado, y señaló que fueron o "terminológicas" o las que se derivan lógicamente de los distintos niveles de información que ambos disponían sobre Ibercorp.

En relación a si en su despacho se traficaba con información privilegiada, aseguró que "eso es absurdo. Se olvida siempre por todo el mundo, porque no va a hacer uno siempre historia, que mi despacho profesional era muy importante mcho antes de que el señor Rubio fuera gobernador del Banco de España".

De la Concha contestó con un "no estoy seguro" al inquirirle si considera que le encarcelaron por razones políticas, pero afirmó categóricamente que se ha sentido llevado a la cárcel de una forma injusta "y que roza lo vejatorio".

Añadió que no se considera un delincuente y que espera poder explicar su actuación en su próxima comparecencia ante la comisión del Parlamento que investiga a Mariano Rubio.

"Yo me siento una pesona que ha sido atacada con muy pocos fundamentos de una forma absolultamente desproporcionada", explicó, para añadir que sólo está dispuesto a plantearse que haya podido cometer "pecados administrativos, financieros y errores de gestión".

De la Concha dijo que la diferencia entre un régimen dictatorial fascista y otro democrático es que en el primero el individuo es un medio para los fines del Estado, mientras que en el segundo es un fin en si mismo. "Pues yo me he considerado un medio", apostilló. Sin embargo, al ser intimado a aclarar si considera que en España hay ahora una dictadura, replicó: "no, no he dicho eso, he luchado para obtener este régimen, soy un amante de este régimen, pero hay personas que se olvidan que estamos en este régimen".

Argumentó que, "cuando a mi se me ha detenido en función de la alarma social, a mí me parece que mucha más alarma social se ha creado con mi detención. Mucha gente se cuestiona si de verdad se están cumpliendo las normas del Estado de Derecho".

De la Concha concluyó haciendo hincapié en que sólo ha cometido errores de gestión, de planteamiento o de "inspiración de cosas", pero "delitos ninguno".