Según informó Faconauto, se trata de regular el vacío legal existente en las relaciones contractuales entre las marcas y sus franquiciados, potenciando la libertad empresarial e independencia de las pymes y reequilibrando los intereses entre ambas partes en favor del consumidor final.

Los concesionarios de coches quieren además que la nueva normativa no se limite a este sector, sino que englobe alimentación, textil y todos aquéllos con mayor dependencia de la distribución comercial.