Las obras, que han supuesto a la empresa mixta de Servicios Funerarios un desembolso total de 475 millones, consistieron básicamente en la rehabilitación del conjunto arquitectónico denominado "los Propileos" y en la adaptación de los espacios habitables para oficinas.

El concejal Simón Viñals destacó el esfuerzo realizado por el ayuntamiento para conservar y preservar un monumento histórico-artístico "que había sufrido a lo largo de los año un gran deterioro".

"Este monumento", según Viñals, "estaba prácticamente destruido y hoy podemos presentarlo como una obra para la posteridad, de la que podrán disfrutar los madrileños al contemplarla".

Con la recuperación de los espacios para oficinas, los madrileños también disfrutarán de unos servicios de atención al público, que antes no podía ser atendido.