Pascal, que es profesor de Matemáticas en la Universidad Pública de Navarra, declaró que "desgraciadamente lo boletos los tenemos todos: los tienen los fontaneros, los agentes de seguros, los políticos, la policía. Algunos tenemos más boletos que otros, pero en esta sociedad, con éstos nadie se libra de tener boletos".

Según explicó, su nombre ya figuraba en unas octavillas amenazantes repartidas en Pamplona hace unos meses y en su clase un grupo de violentos irrumpió y le tachó de "carcelero", después de que el Partido Socialista se pronunciara contra el reagrupamiento de los presos etarras en las cárceles el País Vasco.

La carta de amenaza en la que se le conmina a abandonar Euskal Herría en un mes, indicó Pascal, "está muy bien desde el punto de vista técnico. Está hecho con ordenador. Es bilingüe, con el anverso en castellano y el reverso en euskera. Está fechada a día 12 de agosto y el sobre tiene este tipo de pegatinas adhesivas que salen por ordenador".

"Eso", agregó, "es lo que le deja a uno un poco 'mosca', es que hay una cierta infraestructura técnica y política detrás. No es una chapuza d uno al que se ha calentado la cabeza. El único dato positivo es que no viene el anagrama de ninguna organización terrorista".