La Concapa considera que con esta medida Ruiz-Gallardón se entromete "en nuestras familias" y además desprecia los derechos y deberes "que corresponden en exclusiva a los padres sobre la educación de nuestros hijos".

Acusan al alcalde de meterse "en un terreno que no es de su competencia" y de confundir a los más jóvenes, que pueden recibir en su casa una formación contraria a la "píldora abortiva" mientras escuchan mensajes opuestos del Ayuntamiento de Madrid.

A juicio de la confederación, se trata de "una contradicción que contribuye a crear una mayor inseguridad, cuando nuestros hijos lo que necesitan a estas edades son pautas que les den seguridad para afirmar sus valores".

DENUNCIAS

Asimismo, instan a denunciar al alcalde si alguna joven, "como consecuencia de la 'pastillita' de Gallardón, sufre algún perjuicio, sea daño moral o fisiológico, o la familia sufre un menoscabo en las relaciones paterno-filiales".

"Una cosa es que al alcalde le diera por regalar piruletas a nuestros hijos, donde el máximo daño que puede causar es un aumento de la caries dental si no se practica la higiene correspondiente, y otra muy distinta entrometerse en las relaciones sexuales y sus consecuencias", afirma la organización en un comunicado.

También se pregunta la Concapa si, "teniendo en cuenta que algunas de las relaciones sexuales con menores pudieran constituir un abuso sexual, se convertirá el ayuntamiento en cómplice al no denunciarlo ni comunicarlo (la víctima) a los padres. Esto, sin contar con otras consecuencias, como el aumento de las enfermedades de transmisión sexual o el fomento de la temprana promiscuidad".