LOS COMUNISTAS ANDALUCES ACENTUARON SUS DIFERENCIAS,A PESAR DE LA REELECCION DE FELIPE ALCARAZ

MALAGA
SERVIMEDIA

La reelección de Felipe Alcaraz como secretario general del Partido Comunista de Andalucía (PCA) abre una nueva etapa en el seno de este formación, que estará marcada por la división interna y la incertidumbre sobre el futuro del partido.

El PCA, que durante el fin de semana celebró en Fuengirola (Málaga) su quinto congreso, se enfrenta ahora a dos tendencias en el seno del comité andaluz, radicalizadas en planteamientos de rden interno-político y agravadas por el enfrentamiento personal entre Felipe Alcaraz y Luis Carlos Rejón, este último presidente de IU-CA y a partir de ahora también miembro del máximo órgano de dirección de esta federación del PCE.

La evolución de los países del área comunista y la desaparición de los bloques ha influido en algunos comunistas andaluces -el PCA es una de las organizaciones más fuertes de cuantas conforman el PCE-, que han pasado de tener unos planteamientos puramente socialistas enfrntados al sistema capitalista occidental a defender posiciones menos radicales y más integradas en la nueva izquierda europea, aun a costa de producir divisiones internas.

Las desavenencias han provocado crispación en el congreso comunista, donde, por primera vez en la historia del PCA, un grupo de militantes se enfrentó a la candidatura oficial. Mantener el mismo lenguaje que hace sólo cinco años, cuando todavía se lucía en los actos públicos la bandera roja con la hoz y el martillo, le ha costado cao a Felipe Alcaraz.

La buena voluntad de ambos sectores evitó que en el congreso la división se convirtiera en ruptura, si bien esta posibilidad queda en el aire mientras no se clarifique el futuro de Felipe Alcaraz en la Secretaría General, ya que en alguna ocasión ha mostrado sus deseos de abandonarla una vez finalice la III Asamblea Federal de Izquierda Unida.

El sector crítico, que inició el congreso con gran ímpetu, lo finalizó con fuerzas renovadas. El hecho de introducir a once de sus miemros en el comité andaluz fue calificado por los dirigentes renovadores como "un punto de partida". Incluso llegaron a decir que la militancia comunista había perdido el miedo a decantarse por posturas no oficiales.

Ambas corrientes de opinión, que sólo mantenían en común la idea de mejorar el partido para garantizar una Izquierda Unida más fuerte, prometieron no trasladar el debate surgido en el seno de la formación comunista a la III Asamblea Federal de Izquierda Unida, en la que, aseguraron, se volcrán con Julio Anguita.

El temor a convertir a Izquierda Unida en una formación satélite del PSOE -como la definió algún dirigente "oficialista"- que no aporte nuevos valores a la defensa de la sociedad, ha impulsado a los comunistas andaluces a dirigir su apoyo hacia Felipe Alcaraz. Sin embargo, los resultados de la III Asamblea de IU se convertirán en una prueba de fuego para los dirigentes del PCA.

(SERVIMEDIA)
23 Mar 1992
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