La Generalitat Valenciana favoreció el año pasado la guarda de 742 niños o adolescentes por iniciativa propia, ante la situación de desamparo, o a petición de los padres, por razones de enfermedad u otras circunstancias familares o sociales graves.

De ellos, 534 ingresaron en un centro de acogida de menores, mientras que del resto (208) se hicieron cargo miembros de su familia.

La consejería potencia, mediante el apoyo al bienestar de la familia, infancia y juventud, el acogimiento y la adopción, y deja como última opción el internamiento del menor en un centro, según las mismas fuentes.

Del conjunto de los 742 niños, más de la mitad (398) vivían en situación de desamparo por abandono total, malos tratos o inadeuado ejercicio de la patria potestad.

Cuando ocurren esos casos, la Generalitat asume la tutela automática del menor y suspende temporalmente el ejercicio de la patria potestad a los padres del niño. Esa tutela tiene un carácter de provisionalidad y se mantiene mientras persistan las causas que determinaron la intervención.