La inversión de esta segunda fase del gasoducto valenciano supondrá una inversión de 16.000 millones de pesetas, de los que el 40 por ciento los apotará la Unión Europea a través de los Fondos de Desarrollo Regional (Feder).

El plan gasístico español cuenta en estos momentos con el suministro de gas licuado, procedente de las plantas de Barcelona, Cartegena y Huelva, además de la conexión Calahorra-Larrau, alimentada por Francia En 1996, el plan gasístico español prevé establecer una nueva fuente de suministro, desde Argelia, con gas gasificado.

El presidente de la Comunidad valenciana, Joan Lerma, presente en la firma del convenio, pidió al ministro Eguiagaray la construcción de una planta de suministro de gas en territorio valenciano, así como la participación de técnicos y especialistas de esta misma autonomía en la recientemente creada Comisión de Seguimiento del plan gasístico.

El ministro Eguiagaray contestó a la olicitud del presidente Lerma con una velada negativa, "porque -dijo- es imposible acceder a todos las peticiones de construcción de nuevas plantas de gas, por muy justificadas que estén, como es la petición valenciana".

La nueva fase del gasoducto valenciano proporcionará energía a unas 600 empresas valencianas y a más de un millón de particulares, según precisó el presidente de Enagás, Pere Durán, en la firma de este convenio.