La iniciativa se enmarca en la campaña "Madrid Ahorra con Energía" con la que la Comunidad quiere concienciar a todos los sectores de la sociedad madrileña sobre la importancia de utilizar la energía de forma racional.

En el marco de esta campaña, se han incluido seis subcampañas específicas dirigidas a sectores concretos, entre las que se encuentra "Madrid Educa Ahorrando Energía", dirigida a los estudiantes madrileños con el objetivo de fomentar unos hábitos y costumbres que les permitan ahorrar energía de forma natural.

Según el director general de Industria, Energía y Minas Carlos López Jimeno, cerca de 7.500 alumnos de tercero, cuarto, quinto y sexto de primaria, de entre 8 y 12 años, han completado un cuestionario con sus padres, cuyos resultados reflejarán los hábitos energéticos de sus familias.

El objetivo de esta actuación es reflexionar sobre la cantidad de energía que consumen en su vida cotidiana y descubran formas de reducir este consumo como apagar las luces que no se utilizan o no apagar los televisores y otros aparatos con el mando a distancia sino con el botón de encendido, pues aún en modo "stand-by" los aparatos consumen cerca de un 25% de la energía que utilizan cuando están encendidos.

Al final de las jornadas, que durarán aproximadamente 50 minutos, se entregará a cada alumno que haya rellenado el cuestionario dos o tres lámparas de bajo consumo además de multitud de regalos como gorras, bolígrafos, estuches, cuadernos y un juego para PC "La Mansión Encantada".

Además se llevará a cabo un concurso de dibujo sobre temas de ahorro de energía en los colegios y cuyos ganadores obtendrán premios como minicadenas o reproductores MP3.

Las actividades comenzarán el 16 de mayo y finalizarán el 13 de junio de este año. A la vista de la buena acogida, es previsible que se realicen más campañas en el futuro en otros centros de la región.

En Expo Ocio 2006, celebrada hace un mes, la Comunidad estuvo presente en un stand en el que repartieron cerca de 5.000 lámparas de bajo consumo y 3.500 equipos para reducir el consumo de agua. El uso de las lámparas de bajo consumo no está aún muy extendido y, pese a que las lámparas incandescentes convierten en luz sólo el 12% de la electricidad que reciben, son las más utilizadas en Europa.