Como fruto de estas inspecciones, el pasado año se incoaron 63 expedientes sancionadores por incumplimiento de normativa, se decomisaron 85.387 kilos de productos y se procedió al cierre cautelar de 11 establecimientos.

Concretamente, en el área de carnes, huevos y derivados se efectuaron 7.906 inspecciones, sobre un total de 6.986 establecimientos censados, se impusieron 32 sanciones y se decomisaron 23.687 kilos de productos.

Todas las empresas alimentarias deben tener implantados sistemas de autocontrol de la producción basados en los principios del "Análisis de riesgos y control de puntos críticos".

De esta forma, cada empresa debe seguir una serie de pasos, como identificar los peligros que puedan presentarse en los alimentos que elaboran, adoptar medidas correctoras cuando la vigilancia indique que los límites críticos han sido superados o elaborar registros de las actividades de autocontrol, de forma que existan documentos que permitan a las autoridades sanitarias comprobar que el autocontrol está implantado y que funciona correctamente.