La versión dada por Tamayo en su comparecencia es que llamó antes de esa hora a Verdes, pero sólo le preguntó si iba a estar en su despacho, y fue después de abandonar la Asambla cuando le explicó lo sucedido y le pidió que le asesorara para reclamar a la Junta Electoral Central su acta de diputado, que había sido recogida por el Grupo Socialista.

Verdes reiteró en su comparecencia que se enteró de la espantada de Tamayo cuando el diputado había salido ya de la Asamblea, porque en su primera llamada sólo le preguntó si estaría después en su despacho.

El portavoz socialista, Modesto Nolla, insistió en relatarle cuatro llamadas de Tamayo entre las 9:44 y las 9:52 de la maana, es decir, todas ellas previas a la espantada, y le preguntó si en algún momento el diputado "le puso en antecedentes" sobre lo que iba a hacer.

El abogado lo negó, pero sí reconoció que las consultas de Tamayo fueron sobre "Derecho parlamentario" y que, de hecho, tuvo que consultar a un compañero más experto en esta materia. Pese a que en un principio dijo que no recordaba a qué hora comenzaron esas consultas, precisó después que fueron anteriores a su llegada a la oficina, "estaba llegando", y eo era a las diez de la mañana.

De esta forma, Verdes reconoció implícitamente que las últimas de esas llamadas ya versaron sobre consultas de "Derecho parlamentario" antes de las diez de la mañana, aunque en ningún momento admitió que supiera lo que iba a hacer Tamayo ni confirmó tampoco que fueran ya para redactar el recurso ante la Junta Electoral Central.

Antes de ese momento, Verdes respondió a las insistentes preguntas de Nolla asegurando que sus conversaciones con Tamayo fueron "personales"o profesionales, sobre asuntos jurídicos", pero se negó a esclarecer el asunto concreto de las mismas, aferrándose continuamente a su derecho a la intimidad y su deber de preservar el secreto profesional.

Nolla se afanó por reiterar con detalle el cruce de llamadas de Verdes con su mujer, Paloma García Romero, con Eduardo Tamayo, y con el secretario general del PP de Madrid, Ricardo Romero de Tejada, entre el día de las elecciones, el 25 de mayo, y el de la espantada, el 10 de junio. Pero el abogado s negó a responder ninguna de estas preguntas.

BASTARRECHE Y LA HABITACION DE HOTEL

Explicó que conoce al ex director de "Madrid Excelente" Luis Fernando Bastarreche desde hace tres o cuatro años, y fue él quien le comentó que podía reservarle una suite en un hotel "discreto", el Santo Mauro, para su noche de bodas, y así lo hizo, a nombre de su mujer, Paloma García Romero, y ella fue también quien pagó la cuenta al abandonar el establecimiento.

Fue después cuando se enteraron de que un medio decomunicación iba a difundir la noticia de que la habitación había sido reservada en realidad por el constructor Francisco Vázquez. Explicó que su mujer habló con Bastarreche y le negó ese extremo, y por eso él lo negó también "con firmeza".

Después Bastarreche reconoció la mediación de Vázquez, motivo por el que Alberto Ruiz Gallardón le cesó de su cargo por "falta de confianza". Verdes explicó que Bastarreche le pidió "todo tipo de disculpas" y se mostró convencido de que lo hizo "sin ningún tipo de olo, de mala intención", y de que era consciente de que "nos había metido en un problema muy gordo".

Aseguró que no recuerda cómo conoció a Tamayo, del que sabía que era dirigente y diputado socialista, que no le ha asesorado en negocios sino sólo en "algún tema jurídico personal" suyo y de "otras personas muy allegadas" a él. También eludió desvelar si le ha llevado algún asunto a la pareja del diputado, a pesar de que lo reconoció en la prensa su esposa, Paloma García Romero. "Yo de mis clientes no engo nada que hablar con usted", le dijo a Nolla.

En un momento de su comparecencia, explicó que se enteró por la prensa de que seguía siendo afiliado al PP, ya que no pagaba las cuotas desde 1992, y fue de candidato por un municipio de Euskadi en las últimas elecciones sólo para "honrar a amigos que tengo allí y que no pueden presentarse".

Igual que ocurrió con el anterior portavoz, Verdes salpicó sus escuetas respuestas con recordatorios sobre la legislación que le ampara para no responder pregntas que puedan vulnerar su derecho a la intimidad o que le impidan salvaguardar el secreto profesional que debe a sus clientes, incluido Tamayo.

Ante la insistencia del diputado socialista y la reiteración de sus preguntas, José Esteban Verdes aseguró ante la comisión de investigación que se siente "como si estuviera encima de una mesa y me estuvieran desnudando".