COMUNIDAD MADRID. VERDES SE AFERRA A SU INTIMIDAD Y AL SECRETO PROFESIONAL PARA NO ESCLARECER SU RELACION CON TAMAYO
- Sólo dice que conoce a Tamayo desde hace más de cuatro años y que son amgos, pero no íntimos
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El abogado José Esteban Verdes se acogió hoy a su derecho a la intimidad y a su deber de guardar el secreto profesional para no responder preguntas sobre su relación con el diputado tránsfuga Eduardo Tamayo ante la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid.
Al filo de las diez y cuarto de la mañana, el portavoz de Izquierda Unida en la comisión, Luis Suárez, formuló la primera pregunta a Verdes: "¿Desde cuándo conoce a Tamayo?". La respueta del abogado fue escueta: "Desde hace más de cuatro años".
La segunda pregunta ya no obtuvo respuesta. Cuando Suárez quiso saber cómo surgió esa relación, Verdes recordó su anuncio de que no contestaría preguntas que vulneren su derecho a la intimidad o que puedan obligarle a vulnerar el secreto profesional que como abogado debe a sus clientes, entre ellos Tamayo.
A partir de ese momento comenzó un debate entre Suárez y Verdes sobre su deber o no de responder. El portavoz de Izquierda Unida conideraba que el compareciente está obligado a informar a la comisión de investigación y el derecho le ampara sólo para no declarar contra sí mismo. Lo demás, dijo, es "un caparazón".
Por el contrario, Verdes aseguró que ese tipo de preguntas no se atienen al objeto de la comisión y que la legislación, con la Constitución como cabecera, le ampara para no responder a lo que en un juicio se consideraría una pregunta improcedente. Diez minutos después proseguía el debate entre ambos sobre la ley y su interretación, sin que el abogado hubiera respondido a pregunta alguna.
Verdes sólo afirmó que no es "amigo íntimo" de Tamayo -"somos amigos, conocidos", dijo, con una relación "también profesional"-, y reiteró que, más allá de eso, no dará detalles sobre su relación con el diputado.
Ante la insistencia de Suárez, Verdes cumplió su palabra y pidió amparo al presidente de la comisión, Francisco Granados, para que los letrados esclarezcan si debe o no responder a esas preguntas y "salirme del objeto" dela investigación. El presidente le recordó que puede no contestar a lo que considere que vulnera sus derechos, y Suárez siguió preguntando recibiendo como única respuesta la sugerencia de replantear sus requerimientos.
Granados intentó zanjar el debate recordando que los portavoces tienen todo su derecho a preguntar lo que consideren oportuno y el compareciente dispone de toda la libertad para no responder si no lo desea.
(SERVIMEDIA)
05 Ago 2003
CLC