En su exposición inicial, Beteta leyó a los miembros de la comisión una carta que Bravo y Vázquez enviaron al presidente del PP de Madrid, Pío García Escudero, recalcando la alsedad de las acusaciones vertidas contra ellos y negando su participación en trama inmobiliaria alguna, poniéndose a su disposición para explicarle lo que deseara conocer.

Le pidió por ello que aclare ante la comisión de investigación lo mismo que estaba dispuesto a explicar a la dirección del PP. "Si no tienen nada que ocultar, no lo oculte, por favor, porque si no, parece que el PSOE va a tener razón" en denunciar que los populares esconden asuntos turbios como los que el PP ve ya demostrados en ls filas socialistas.

Si no lo hace, le advirtió, la dirección del PP se vería obligada a abrirle un expediente informativo para conocer los motivos por los que mantiene su negativa a declarar ante la comisión de investigación.

El portavoz de Izquierda Unida, Luis Suárez, lamentó su silencio porque sus explicaciones serían "una mina de oro" en el esclarecimiento de los hechos, mientras que el socialista Modesto Nolla le recordó la oportunidad que le brinda la comisión de investigación para despeja las "fundadas sospechas de que tuvo algo que ver" con la espantada de Tamayo y Sáez.

Nolla expresó su respeto por la decisión de Bravo de no declarar ante la comisión, pero lanzó desde el comienzo su conclusión: "Usted sabrá qué es lo que quiere ocultar, por qué cree que puede incriminarse por las cosas que diga", le dijo.

Beteta comenzó su intervención respondiendo a Izquierda Unida y asegurando que los ciudadanos están más preocupados por la actitud de la coalición en el País Vasco, "respaldano la secesión" impulsada por el PNV, que por las actividades de Bravo.