Díez explicó a Onda Cero que antes de ese día varios militantes socialistas se reunieron para tratar los últimos resultados electorales y la constitución de la nueva Asamblea, "y a Tamayo no le gustaba mucho que no estuviera representado ninguno de nosotros".

"Insinuó que, a lo mejor, alguno podría no votar. Yeso yo lo interpreté como una presión hacia mí, para que yo presionara a la vez a la dirección de la FSM, fundamentalmente a Rafael Simancas", explicó Díez.

Después de esta conversación él mismo comunicó a Simancas lo ocurrido "de forma muy suave, como si no me lo creyera del todo. Sabes que hay un cierto descontento, pero no le das mucha importancia", concluyó.