El portavoz de esta asociación, Joaquín González Casso, dijo a Servimedia que esto supondría "acabar con el parlamentarismo", ya que el hecho de que los diputados no estén obligados a seguir siempre las consignas de un partido es un "triunfo" democrático.

Destacó que esta prerrogativa es el llamado "mandato representativo", y se opone al "mandato imperativo", que consistía en la obligación de un representante electo de obedecer siempre al "cacique" o a un partido.

Con estas consideraciones Gonzáez Casso hacía referencia a lo dicho este martes por Jiménez de Parga, quien, en una conversación informal con periodistas en la sede de su tribunal, señaló que, en su opinión, crisis como la de la Asamblea de Madrid se evitarían si los diputados estuvieran obligados a obedecer a su partido hasta la sesión de investidura.

Sin embargo, el portavoz de la Francisco de Vitoria opinó que esta fórmula va "en contra de la Constitución y la historia de muchos años de constitucionalismo".