Benedicto hizo estas declarciones a la Ser a raíz de una información publicada por "Interviú" según la cual la inmobiliaria presidida por él Indocasa firmó contratos de asesoramiento con una sociedad limitada, Camp de Ric, propiedad del propio Benedicto.

Precisó que esa empresa, Camp de Ric, se disolvió hace un año, y que sus ingresos fueron de 21 millones de pesetas en los cinco años en los que funcionó.

Cuando se firmó ese contrato de asesoramiento, explicó, él era presidente de Indocasa, pero quien le contrató fue el Cosejo de Administración, que deseaba que dedicara tiempo para resolver problemas financieros. Para remunerar esa dedicación, agregó, se utilizó un mecanismo "correcto".

A día de hoy, Benedicto aseguró que no ejerce cargo alguno para Indocasa y que "hace tiempo" dejó todas las participaciones en las sociedades relacionadas con la Fundación Hogar del Empleado. No es accionista, ni consejero, ni apoderado de ninguna de ellas, ni pertenece tampoco al patronato encargado de nombrar a los consejeros.

Reteró que su actividad profesional ha sido siempre lícita y que, de hecho, después de treinta años de trabajo su patrimonio se limita a la mitad de la casa familiar, un coche y 800.000 pesetas invertidas.