Según informó el Gobierno regional, la actuación conllevará una inversión de 129 millones de euros y requerirá la suspensión del servicio en dos fases para poder acometer los trabajos y la automatización de la misma. La primera se llevará a cabo entre junio y septiembre de 2025 en el arco suroeste de la línea, entre Moncloa y Méndez Álvaro. En la segunda, de septiembre a diciembre, se verá afectado el tramo noreste, entre Moncloa y Legazpi.

Con la reforma, la administración regional afirma que “se reducirán las incidencias en la vía y los tiempos de recorrido de los trenes” lo que incrementará “la fiabilidad de las instalaciones” y optimizará “las labores y los costes de mantenimiento”.

MÁS REGULARIDAD MENOR CONSUMO

En ese sentido Metro tendrá en esta línea un tren circulando “hasta cada dos minutos” y las reformas permitirán que “se multiplique por cinco la regularidad de los desplazamientos”. Asimismo, se ahorrará energía al realizar una aceleración y conducción más homogénea y se mejorará la respuesta a los picos de demanda.

Esta nueva conducción automática, según la Comunidad de Madrid, no generará despidos porque los maquinistas irán destinados a reforzar el resto de las líneas. No obstante, acarreará un cambio en la señalización ferroviaria, además irá acompañada de la instalación de puertas automáticas en los bordes de los andenes.

El plan contempla la sustitución del balasto, que son las piedras que se colocan sobre la plataforma de la vía y las traviesas de madera por una nueva constituida en su totalidad por vía en hormigonada con elementos de apoyo de “última tecnología”. También se renovará el carril existente introduciendo soldadura eléctrica y se instalará catenaria rígida en las cocheras de Ciudad Universitaria.

NUEVOS TRENES

Por otro lado, las obras contemplan la “optimización del trazado y geometría de vía y la implantación de novedosos sistemas de atenuación de ruido y vibraciones”.

En este contexto, la L6 se prepara para la llegada de los nuevos trenes, cuya fabricación ya ha sido adjudicada recientemente, y supondrá renovar la flota de la línea más utilizada de la red, retirando los modelos más antiguos.

Durante el período en el que la línea esté cortada, a Comunidad de Madrid pondrá a disposición de los ciudadanos servicios sustitutivos de transporte gratuito que cubran los trayectos afectados, y para cuya definición el suburbano contará con la opinión de los propios usuarios a través de una encuesta que realizará próximamente a pie de andén.