Ante el descubrimiento de antiguas necrópolis judías durante la realización de excavaciones, la federación se ha puesto en contacto con cada consistorio implicado para llegar a un acuerdo que satisfaga a todas las partes, según señaló la federación en un comunicado.

Para evitar la profanación de los cementerios encontrados, la federación estableció el año pasado un protocolo de actuación que presentó al ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo.

Ese protocolo señala que los ayuntamientos en cuyo término municipal se encuentren los restos se comprometen a comunicarlo inmediatamente a la federación y a parar las excavaciones.

En estos casos, se buscará, en primer lugar y de forma prioritaria, mantener dichos restos en el lugar donde fueron encontrados. Si esto no fuera posible, se acordará un traslado y reenterramiento individualizado, ya sea en una parcela del mismo municipio consagrada como cementerio judío o bien en el cementerio judío más cercano.

Bajo este proceder se ha encontrado solución en los casos de las necrópolis situadas en Valencia y El Frago (Zaragoza), casos resueltos de forma rápida, eficaz y consensuada por las partes. Durante el último año se han abierto otros casos que están en vías de solución, como los de Montjuic (Barcelona), Lucena (Córdoba), Tárrega (Lérida) y Cerro de la Horca (Toledo).

La federación dice que la intromisión de rabinos extranjeros y de otros organismos sin legitimación para actuar en España, así como las presiones ejercidas sobre las instituciones locales para tratar de imponer su solución, han contribuido a "enrarecer el ambiente y a dificultar las negociaciones".