Está basado en el análisis de las actitudes, comportamientos y circunstancias personales de los jóvenes, que permitan la posterior aplicación de los tratamientos y medidas más adecuadas en cada caso para erradicar la causa del comportamiento irregular y, de esta manera, evitar que éste se vuelva a reproducir en un futuro, según informó hoy el Ejecutivo regional en un comunicado.

Este método ha sido diseñado por el doctor en Psicología por la Universidad de Valencia Vicente Garrido Genovés y el profesor de Psicología en la Universidad Complutense José Luis Graña, quienes han sido también los encargados de dar a conocer a los psicólogos y trabajadores sociales de los 17 centros de la comunidad, los instrumentos y herramientas necesarias para una correcta aplicación del mismo.

Vicente Garrido, psicólogo criminalista y profesor titular de la Universidad de Valencia, basa su proyecto en la importancia que tiene el conocimiento de los casos reales de los menores.

"El contacto con esa realidad", explica Garrido, "deriva en reflexiones que nos permiten conocer mejor la semilla de determinados tipos de comportamientos y actuaciones, y por lo tanto, buscarles una explicación y una solución adecuada y definitiva".

El programa tiene tres grandes etapas. Una vez que se han determinado los factores que pueden condicionar el comportamiento y actuación del menor infractor, y que se han fijado los correspondientes programas de actuación de cada caso, se desarrolla un protocolo unificado de intervención. Para ello es necesario elaborar un documento en el que se vayan recogiendo todas las actuaciones y actividades del menor interno durante su estancia, lo que permitirá llevar a cabo un estudio y análisis evolutivo del mismo.

En último lugar, y una vez recogida toda la información sobre el menor, se desarrollarán programas de actuación que estén adaptados a cada uno de los casos y se tomarán las pautas de intervención y de tratamiento específicas en función de las necesidades especiales de cada uno.

"Sólo localizando y tratando las circunstancias concretas que condicionan el comportamiento del menor infractor, se podrá evitar que, una vez en la calle, vuelvan a reincidir en la misma conducta", subrayó Garrido Genovés.

PERFIL DEL MENOR

Los menores que actualmente cumplen sus penas en alguno de los centros presentan un perfil muy homogéneo: nivel escolar inferior al que le correspondería por edad, alto déficit en disciplina y hábitos de trabajo, alto grado de fracaso escolar y un cuadro familiar y social conflictivo.

La presencia de menores extranjeros en los centros de la Comunidad de Madrid es creciente. En 2005 había 257 menores foráneos, frente a los 181 de 2004. Ese mismo año, un 18,97% de los menores procedían de Latinoamérica, una cifra que se elevó al 24% en 2005.

También destaca un descenso en los centros de jóvenes marroquíes que han pasado del 32,43% de 2004, al 25% del pasado año. Lo mismo ha ocurrido con los españoles, que suponían el 39% del total en 2005, frente al 42,2% de 2004.