Se trata de un recurso público innovador cuyo fin es complementar la asistencia sanitaria a estas personas con un trabajo orientado a mejorar su autonomía personal y su calidad de vida, así como a promover su integración social, según informó hoy el Ejecutivo regional.

La región cuenta ya con 1.140 usuarios de estos equipos con los que, según la consejera de Familia y Asuntos Sociales, Engracia Hidalgo, el Gobierno autonómico "ha dado un paso definitivo en la especialización y en la territorialización de los recursos públicos disponibles para la enfermedad mental".

"La prestación de un servicio individualizado y cercano al ciudadano es la máxima con la que este Ejecutivo trabaja en materia de asuntos sociales, ya que, sin duda alguna, la garantía de éxito en nuestro trabajo radica en prestar a cada ciudadano el servicio que mejor se ajusta a sus necesidades", añadió Hidalgo.

Los equipos de apoyo social comunitario comenzaron a implantarse en 2005 en el marco del Plan de Atención Social a Personas con Enfermedad Mental Grave y Crónica 2003-2007, con el objetivo de atender un aspecto muy demandado por las personas con enfermedad mental y por sus familiares, que es evitar el aislamiento y la estigmatización de estos ciudadanos.

Frente a las previsiones iniciales, que contemplaban cerrar 2007 con 15 unidades de apoyo, se ha duplicado esa cifra, alcanzando los 38 dispositivos. Así, en 2005 se crearon los 5 primeros equipos; en 2006, 18; en 2007, 14; y a finales de 2008 se puso en funcionamiento el último de ellos en Arganda del Rey.