Según explicó el vicepresidente primero y portavoz del Ejecutivo autonómico, ambos centros están destinados a facilitar el retorno de menores marroquíes no acompañados que se encuentran en la Comunidad de Madrid en situación de desarraigo.

Los centros, que está previsto que alberguen a unos 220 menores cada año, ofrecerán educación y formación (principalmente laboral), con el fin de allanarles el camino de la integración en su país de origen hasta su reagrupamiento familiar.

El Ejecutivo regional destinará 2,5 millones de euros de sus fondos de cooperación al desarrollo para este proyecto, que será subvencionado también por la Unión Europea y contará con el apoyo del Instituto del Menor y la Familia y la asociación Paideia.