Vallejo participó en las "Jornadas sobre el menor y los medios audiovisuales", organizadas por la Fundación José Pons en colaboración con la Fundación Antena 3, a las que asistieron además representantes de varias productoras de televisión.

Los menores de 16 años no pueden realizar ninguna actividad laboral, y por eso, un decreto de 1985 establece la excepción de que éstos pueden ser contratados para una serie, programa o película.

Para ello, hay que presentar una autorización firmada de la patria potestad, una autorización del menor y un permiso de la Consejería de Trabajo de la comunidad autónoma donde se vaya a realizar la producción.

Asimismo, las productoras deben cumplir determinados requisitos a la hora de contratar a un niño, con el objetivo de evitar algún perjuicio al menor.

Los niños no pueden trabajar más de ocho horas, siempre lo deben hacer en horario diurno y la productora tiene que asegurarse de que el escolar descansa dos días a la semana de forma ininterrumpida. En caso de no ser así, la sanción ronda entre los 3.000 y 90.000 euros.

A esto hay que añadir otra exigencia fundamental: que "su actividad no influya negativamente en su desarrollo educativo". Por ello, en numerosos casos se opta por designar a un tutor que les dé clases de apoyo durante los rodajes.

Javier Vallejo explicó que los permisos a 4.000 niños que dio el año pasado su consejería se concretaron en 727 autorizaciones. Para este año, tiene previsto hacer una treintena de inspecciones para comprobar que los contratos se realizan conforme a la normativa vigente.

DNI POR LA WEB

Xabier Franco, de Globomedia, dijo que para conseguir la autorización de trabajo de la consejería "hay que presentar todo lo que tenga que ver con la actividad que vaya a realizar el menor, desde la sinopsis y el guión, hasta los horarios y fechas en las que el menor vaya a estar en el rodaje, y ello supone muchos problemas a la hora de programar una producción".

Marta Viñuela, también de la productora Globomedia, reconoció "lo atractivo que es para una televisión incluir a niños en las series, ya que a todos nos gustan y nos hacen reír".

Por ese motivo, los ponentes han señalado que es fundamental conseguir las pertinentes autorizaciones y, sobre todo, contar con el visto bueno del ministerio fiscal para no incurrir en alguna infracción.

José Luis Orpez, director de la asesoría jurídica de Zeppellin, habló de algunas experiencias personales, entre ellas una en la que había un problema añadido: el uso de las nuevas tecnologías.

En la segunda edición del concurso de Cuatro Supermodelo, Zeppellin decidió hacer una primera selección de chicas a través de Internet, en las que previamente las aspirantes tenían que subir un video suyo a la web.

Muchas eran menores de 18 años, con lo cual necesitaban la autorización del padre a no ser que estuvieran emancipadas. El problema se planteó cuando se intentó evitar cualquier tipo de suplantación, ya sea por falsificar la autorización de los padres o por no ser la persona que se decía. Orpez explicó cómo se solucionó en ese momento el problema: "en la página web se obligó a las chicas a enseñar su DNI para verificar su identidad, y junto a ellas tenía que estar su padre o madre". El resultado, dijo, "fue estupendo".