En 1985, la comunidad andaluza creó la primera Ley del Consumidor a escala estatal y, asimismo, implantó la hoja unitaria de reclamaciones e introdujó lecciones teóricas sobre consumismo en los centros educativos de EGB, BUP y FP de la comunidad.

Sin embargo, el avance legislativo que en esta materia ha experimentado Andalucía no se correpone, en buena parte de los casos, en una mejor calidad de los productos comercializados en la comunidad.

Según datos de la misma memoria, sólo el 30 por ciento de los productos alimentarios dirigidos hacia el mercado del aperitivo supera los controles de calidad mínimos, exigidos por las diferentes leyes elaboradas al efecto.

Otros de los productos que menor índice de superación de los cánones presenta son los dirigidos hacia la comercialización dietética, con un 82 por ciento de productos irregulaes, no tanto en su composición sino en la información al consumidor y su auténtica finalidad.

No obstante, el 70 por ciento de los productos alimentarios andaluces superan el mínimo, destacando de forma especial las distintas marcas de aceite vegetal, con un 98 por ciento de aceptación.

EXPECTACULAR MEJORIA

Para el director general de Consumo de la Junta de Andalucía, "los productos alimenticios españoles experimentaron una espectacular mejoría, a raíz de la intoxicación del aceite de colza, peo ello no ha impedido que nuestros aceites dejen de competir con los del resto de la Comunidad Europea (CE)".

"El aceite vegetal español y, concretamente, el de oliva es el producto que mayor grado de penetración y competitividad adquiere en los países comunitarios", explicó Navarro.

Otro de los campos de investigación de la Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía es el de los productos industriales, en el que sólo el 30 por ciento de los pequeños electrodomésticos existentes o fabrcados en Andalucía superan los controles de calidad.

Salvador Navarro cree que los niveles de calidad de los productos andaluces son medianamente afectables, aunque señaló que "todavía han de mejorar mucho para competir con éxito ante el reto del Mercado Único Europeo de 1993".

"Corremos el riesgo de convertirnos en la chatarrería electrónica de Europa, si no superamos los actuales niveles de calidad y nos equiparamos con el resto de productos europeos", recalcó Navarro.

La implantación de l hoja única de reclamaciones, así como las diversas inspecciones que realiza la Dirección General de Consumo en establecimientos dedicados a la alimentación, servicios, restauración y venta en general, han provocado que a lo largo del año pasado se levantarán 14.348 actas en toda la comunidad andaluza, de las que el 60 por ciento se refieren a infracciones cometidas por las empresas del sector servicios.