LA COMUNIDAD ACUERDA CON CAJA NAVARRA LA FINANCIACION DEL PROGRAMA DE VACACIONES PARA DISCAPACITADOS 2005
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El consejero navarro de Bienestar Social, Deporte y Juventud, José Ignacio Palacios Zuasti, firmó hoy un acuerdo de colaboración con el director de la Fundación Caja Navarra, Dámaso Munárriz, para financiar el programa de vacaciones para personas con discapacidad para este año 2005.
El acuerdo ha sido rubricado también por representantes de diversas asociaciones que trabajan en este ámbito. En concreto, han suscrito el texto Javier Muerza, de la Asociación de Minusválidos de la Merindad de Tudela (AMIMET); Isabel Arboniés, de la Asociación Navarra para la Salud Mental (ANASAPS); Fernanda Esparza, de la Asociación Navarra de ayuda a la parálisis cerebral (ASPACE); Ana María Guerendiáin, de la Coordinadora de la Asociación de disminuidos físicos de Navarra; e Ismael Cuesta, de la Federación de Asociaciones y Entidades a favor de personas con retraso mental (FEARS).
A lo largo de este año 2005, más de 600 personas con discapacidad disfrutan del programa de vacaciones, acompañados de otras 300 personas, entre voluntarios y monitores.
En concreto, este año se han programado 36 tandas de vacaciones, que se llevan a cabo entre los meses de febrero a diciembre. El presupuesto total asciende a 488.045 euros, de los que 174.880 serán subvencionados por el Gobierno de Navarra, a través del Instituto Navarro de Bienestar Social, y por Fundación Caja Navarra.
El programa de vacaciones cumple varios objetivos. En primer lugar, posibilita el disfrute de unos días de vacaciones a personas con discapacidad que, por sus características, no pueden incorporarse a actividades a las que accede el resto de la población, ya que necesitan unos apoyos personales, técnicos y organizativos que aseguren el buen desarrollo de estas actividades y lograr los mejores niveles de satisfacción personal y de integración social.
Además, en el caso de personas internadas en centros, se procura un espacio y un tiempo de ruptura con respecto a la estancia en la institución. Por otro lado, ofrece a un importante número de familias de personas con discapacidad un "respiro" en sus tareas de cuidado y atención, ya que con frecuencia la dedicación es permanente y continuada, y genera estados de agotamiento.
Ello aporta descanso y tranquilidad, explica la Comunidad Foral, con la seguridad de que familiar está participando en una actividad organizada con el apoyo y la atención necesarios.
Por otro lado, el programa cumple importantes objetivos a nivel social. En primer lugar, favorece la participación de personas con discapacidad en los distintos ámbitos sociales, ya que la presencia de estas personas en lugares y tiempos habituales de vacaciones supone desarrollar una tarea de aceptación e integración de la disparidad y de eliminación de barreras físicas, psicológicas y sociales.
(SERVIMEDIA)
25 Ago 2005
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