Así lo indicó Ibáñez en rueda de prensa desde la Cámara Baja, al ser preguntado por las palabras del presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, en las que dijo que no se le puede dar lecciones de “solidaridad” porque esta región cumplirá con el cupo acordado en 2022 y acogerá a 23 menores extranjeros no acompañados procedentes de Ceuta.

En este sentido, Ibáñez subrayó que España “tiene un problema que no es la extrema derecha sino el Partido Popular” y lamentó que los partidos sean “incapaces” de ponerse de acuerdo para encontrar una solución a la situación de los menores extranjeros no acompañados que están llegando especialmente a Canarias.

“Somos un país de acogida y, por tanto, si no hay medios las administraciones públicas responsables tienen que trabajar para que los haya”, apuntó Ibáñez, quien denunció que PP y Junts no se muestren a favor de la reforma de la Ley de Extranjería y apuntó que “no hay agenda territorial” o “social” que “esté por encima del interés superior de la infancia”.

Al mismo tiempo, puso en valor que cuando su partido estuvo en el Gobierno valenciano “siempre tendimos la mano y asumimos el desgaste político necesario que pudiera ocasionar”, pero “nunca negamos un techo, un plato de comida” o “una atención psicológica porque esta gente viene con traumas vitales que somos incapaces de imaginar”.

Finalmente, indicó que “hay niños que han sido enterrados en el desierto por mafias, hay niños que es la tercera vez” que intentan llegar a España y “nos estamos poniendo estupendos por si tienen que venir 25 o 28”. “La mala gente no puede dedicarse a la política”, concluyó Ibáñez.