En un comunicado, esta federación explica que la subida del precio de los metales y, principalmente, del cobre, que se ha triplicado desde 2005, ha intensificado los dos últimosaños los robos en parcelas agrarias.

Esto sucede, añade, "hasta el punto de que los regantes se han visto obligados a contratar guardias jurados y establecer turnos nocturnos para evitar la sustracción de transformadores eléctricos para los grupos de bombeo, casetas de distribución del agua e incluso los propios contadores de riego".

Fenacore advierte de que, si bien el cobre es el material más preciado por estas bandas ilegales, los hurtos se extienden a "todo tipo de metales susceptibles de ser achatarrados", como el aluminio presente en tuberías, líneas de goteros y aspersores, o el hierro, principal componente de aperos de labranza, puertas de casetas y compuertas de riego.

"Los robos son perpetrados con nocturnidad y alevosía por bandas organizadas itinerantes que se mueven por toda España pero que actúan con especial incidencia en comunidades de regantes de Andalucía y Levante, donde cargan el material sustraído en furgonetas para su transporte a campas o chatarrerías donde proceden a su compraventa ilegal a un precio muy inferior al del mercado", denuncian.

AYUDA DEL SEPRONA

Con el fin de atajar estos robos, los regantes han solicitado al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) que aumente el número de efectivos destinados a la vigilancia de las parcelas agrarias, de manera que eviten los "destrozos" en las explotaciones que conllevan las reparaciones y el cese de la actividad de riego hasta la reposición de los equipos sustraídos.

Fenacore se suma así a las peticiones de otras patronales, como la Federación Española de la Recuperación, cuyos asociados padecen con frecuencia robos por parte de estas bandas.

Asimismo, afirma que este tipo de actos vandálicos se producen también en urbanizaciones y comunidades de vecinos, generando averías e irregularidades en la prestación de servicios básicos como la telefonía fija, Internet, las instalaciones eléctricas o los sistemas de seguridad de los edificios.