El Indice de Tendencia de Competitividad (ITC) elaborado por ese organismo del Ministerio de Economía atribuye esa mejoría en relación a los demás paises de la OCDE tanto a la depreciación de la peseta respecto a las divisas de los paises competidores como a un menor crecimiento de los precios.

La competitividad eterior de la economía española que evalúa el ITC no había experimentado una evolución tan positiva desde el primer trimestre de 1995. En los últimos doce meses ha mejorado un 5 por cien.

El ITC calcula únicamente la evolución de la competitividad en precios que depende tanto del tipo de cambio de la peseta como de la inflación. No tiene en cuenta otros factores, como la potenciación de las redes comerciales en el exterior o la promoción de marcas nacionales, que también son instrumentos para ganar cuoa de mercado exterior, pero de imposible medición estadística.