El deterioro acumulado por el Indice de Tendencia de la Competitividad (ITC) en los siete primeros meses del año es del 1,6 por cien, la mitad del cual se debe a un crecimiento de los precios superior al e los demás países de la OCDE.

El mal resultado de julio obedece a una ligera apreciación de la peseta combinada con una inflación superior a la registrada en los países competidores, si bien el Ministerio de Comercio destaca que la revalorización de la moneda "no revista especial gravedad, al tratarse de flucturaciones coyunturales".

Por otra parte, la competitividad frente a la Unión Europea también empeoró en julio, aunque tan sólo en ocho décimas, ya que la apreciación de la peseta frente a ls monedas comunitarias fue menor, por la estabilidad cambiaria que se vive en el seno de la Unión Europea.