El ITC se elabora en función de las variaciones de precios y de tipo de cambio de nuestra economía en relación a 16 países de la OCDE, de forma ponderada en función del peso de cada país.

La caída de la competitividad en octubre, del 87,8 en septiembre al 880 en octubre, se debe, según el Ministerio de Comercio a la ligera apreciación que la peseta experimentó en octubre, como consecuencia del atractivo que los tipos de interés españoles tenían aún para los inversores extranjeros. Esto alentó la entrada de capitales para la compra de deuda pública.

El efecto sobre el ITC de la apreciación de la peseta se ha visto potenciado por un crecimiento de los precios en octubre (IPC del 4,6 por cien en tasa interanual) superior al de los países de la OCDE.

Tabién se produjo en octubre una caída de la competitividad frente a los países de la CE, incluso mayor que frente a los de la OCDE al no incorporar en este ámbito la depreciación del dólar.