Este descenso en la competitividad se viene produciendo dede mayo de este año, cuando el nivel del indicador ha comenzado a superar los niveles obtenidos en el mismo periodo de 1994, cuando obtuvo buenos resultados por la devaluación de la peseta.

El retroceso de julio se produjo por la apreciación de la peseta en los mercados internacionales, gracias a las expectativas de bajada del tipo de descuento alemán y la mayor credibilidad en la lucha ntiinflacionista, tras la subida de los tipos de interés en junio.

También contribuyó al empeoramiento el que los precios en la mayoría de los países de la OCDE sufrieran aumentos negativos (-0,1% de media), mientras que en España se mantuvieron intactos, en uno de los mejores resultados del año.

No obstante, la pérdida de competitividad española fue inferior frente a los países de la UE (Unión Europea), en concreto un 0,6%, debido a la menor apreciación de la divisa española frente a sus socios omunitarios, que en relación a los países de la OCDE.

Según Comercio, en agosto se prevé la estabilidad de la competitividad en los mismos niveles que en julio, por la depreciación de la peseta, que, no obstante, fue compensada por un ligero incremento de los precios (0,3%).