Competencia considera probado que Transmediterránea y Buquebús España fijaron concertadamente los precios de los servicios de transporte de pasajeros y vehículos desde el 1 de septiembre de 1997, y desde el 30 de mayo de 1998 entre ambas compañías y Europa Ferrys.

Se da la circunstancia de que Transmediterránea tuvo en 2001 una cuota de mercado en esa línea del 33,8%, Buquebús del 31,8% y Euroferrys del 34,4%. El Tribunal considera que al no haber otra naviera que cubriera el servico de transporte entre Ceuta y otro puerto del Mediterráneo sur peninsular, el pacto de precios constituía de hecho una cartelización del negocio para monopolizar el mercado, lo que la Ley de Defensa de la Competencia tipifica como una infracción de la máxima gravedad.