Los servicios conexos se refieren a actividades que no están reguladas pero cuyos costes, en parte, soportan las actividades reguladas; entre otros, el alquiler de la fibra óptica excedentaria empleada en la red de transporte o la venta de frio generado en las plantas de regasificación. La elaboración de la metodología parte del análisis de la información que las empresas transportistas y distribuidoras de gas natural han reportado a la CNMC.

Entre los criterios empleados para este ajuste, la CNMC destacó que ha tenido en cuenta establecer un modelo común aplicable a todo tipo de servicios conexos y evitar la introducción de excesivas cargas administrativas o de supervisión.

También atendió al hecho de incentivar la correcta imputación de costes entre las actividades reguladas y las actividades conexas; preservar la viabilidad económica de los servicios conexos, en particular los de escaso margen o en fases iniciales de desarrollo y compartir con los usuarios del sistema gasista los beneficios extraordinarios obtenidos por los servicios conexos.

Asimismo, Competencia estableció un ajuste en función del volumen de ingresos y beneficios obtenidos por los servicios conexos. Este se aplicará cuando los ingresos de la empresa por servicios conexos superen un volumen iguales o superiores a dos millones de euros o un porcentaje de su retribución anual al 0,5%.

También se implementarán cuando los beneficios del servicio conexo superen un volumen de 200.000 euros o un porcentaje bruto del 20% de la empresa.