La Sala Internacional, que es la utilizada habitualmente para acoger las sesiones de la Comisión de Defensa, no podía ser empleada hoy porque también es la sede de la Diputación Permanente, que se reúne a las cuatro de esta tarde y con la que puede solaparse la comparecencia del ministro, explicaron a Servimedia fuentes parlamentarias.

Ante esta circunstancia, los servicios de la Cámara Baja ofrecieron al ministerio celebrar la comparecencia en otra de las salas más grandes del Congreso, la de Columnas, pero el departamento que dirige Bono la rechazó con el argumento de que presenta problemas de sonido.

La comparecencia se organizó finalmente en la Sala Cánovas, a la que han asistido, junto al ministro y sus trece asesores, al menos una docena de diputados y senadores que no forman parte de la Comisión de Defensa, con lo que dos parlamentarios del PP se quedaban sin sitio, igual que muchos de los periodistas interesados en seguir la sesión desde la propia sala.

Las apreturas obligaron a los funcionarios del Congreso a llevar al menos diez sillas de la Sala Sagasta, situada junto a Cánovas, a la estancia donde iba a celebrarse la reunión de la Comisión, en un trasiego de butacas que se produjo pocos minutos antes de la entrada del ministro, a quien los periodistas ya esperaban en la puerta.