Pérez Mariño reconoció que esta tarea es compleja por la "colisión de derechos que existe entre tenerlo localizado y que no exista un orden de detención previa. Sabemos que por una mera sospecha no se puede tener a un persona vigilada porque sería inconstitucional pero, sin embargo, políticamente no es presentable que no pueda estar localizado en este momento".

Esta explicación justificóque el ex magistrado independiente fuera el único portavoz que no pudo "felicitar" al ministro de Interior por su decisión de dimitir que "encubre una negligencia del ministerio".

Mariño afirmó que el grupo socialista "está sobrecogido porque nunca pensamos que un director general de una parcela tan importante como la Guardia Civil pudiera tenernos tan engañados".

Reconoció que los socialistas se sienten "legítimamente atacados en el error que supuso nombrar a Luis Roldán para un cargo tan importnte, en no haber desplegado mayor diligencia para conocer presuntos hechos delictivos, ni nos sentimos atacados cuando se nos piden responsabilidades".

El ex magistrado pidió, sin embargo, que "las responsabilidades políticas que se deriven, más allá de la dimisión del ministro de Interior, seamos nosotros los que decidamos en su momento cuales son y como tenemos que responder a las mismas".

Pérez Mariño reiteró en numerosas ocasiones a lo largo de su intervención que "el Partido Socialista no vaa ocultar nada y va a dar la cara en estos momentos difíciles algunos de los cuales son achacables a nosotros".

Insistió en que el grupo socialista es "el más interesado en que Roldán pueda ser puesto a disposición de la justicia porque queremos que las imputaciones que ha hecho una entrevista las haga con total tranquilidad estando dentro de la legalidad".

Mariño propuso al resto de los grupos "una especie de acuerdo generalizado de los partidos para que esto no vuelva a ocurrir nunca más", comomejor defensa defensa del sistema democrático.

Los socialistas tienen la intención de aislar este caso "no para ocultar otros que pudiera haber, sino porque es la única forma de atacar el problema. Cualquier tipo de elucubración de otros grupos que quieran decir que somos los culpables de la corrupción es legítimo poliiticamente pero erroneo en tantos otros sentidos".