Las bombas de combustible que se están investigando se distribuyeron a lo largo de este año y podrían tener un fallo por el cual, cuando los niveles de combustible son altos, podría producirse un chispazo que provoque vapores y termine con una explosión.

Ls carburadores han sido diseñados para usarse en los tanques de gasolina centrales de los Boeing, incluidos los de las series 737, 747 y 757, empleados para transportar pasajeros y carga.

La FAA calcula que unas 1.250 de las bombas de combustible podrían presentar problemas, pero aún no se sabe cuántos de los 3.000 aviones contienen dichas bombas.