Sgún la autora, el libro supone un apunte autobiográfico de sus primeras experiencias como política, a pesar de las que las encarne en la figura de un supuesto alcalde de un pueblo burgalés de no más de 500 habitantes.

La obra está realizada en clave de humor y recoge situaciones divertidas y graciosas de la Transición que experimenta el citado alcalde que llega a diputado, pero que se ve desbordado y decide volver a sus raíces simplemente municipales, más a su medida. Al final del libro, la autora conierte al personaje en un héroe nacional.

Pilar Salarrullana explicó que el gran cambio democrático en España se produjo en los pequeños pueblos en los que dominan las personas sobre los partidos, pero en los que el juego plural se manifestó de un modo más entusiasta al hilo de la sensación de novedad.

Asimismo, la autora defendió el humor como método, señalando que es el que diferencia a las perosnas de los animales y de los robots, "porque ni unos ni otros son capaces de asimilar un gesto humorítico, que supone toda una terapia social para la buena salud".