Según Ibarra, el Comité de Regiones dejará de ser extraoficial a partir de la ratificación del texto aprobado en Maastricht y el reparto de los 21 puestos que le corresponderán a España entre las 17 comunidades autónomas y los miles de municipios españoles será un trabajo "arduo".

Ibarra aclaró que la reunión de la ARE en Moscú "no tenía un carácter político, sino de ejercer una cierta presión sobre los Gobiernos nacionales a la hora de abordar la composición del Comté de Regiones".

Asimismo, aseguró que el que dicho órgano tenga vida propia a finales de año "no supondrá un aumento del gasto público de los Gobiernos", y que el deseo de los integrantes de la ARE es que su funcionamiento sea paralelo al del Consejo Económico y Social Europeo, "pero que no dependa de él".