EL COMITÉ FEDERAL DEL PSOE EXPRESA SU CONFIANZA EN MONTILLATRAS SU DISCURSO DE DEFENSA DEL TRIPARTITO CATALÁN
- La gestión del agua en los estatutos pendientes suscitó las únicas discrepancias en el debate interno
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El Comité Federal del PSOE, máximo órgano de dirección de este partido entre congresos, expresó hoy su confianza en José Montilla como futuro presidente de la Generalitat de Cataluña, sin crítica interna alguna a la reedición del tripartito.
En su intervención inicial, la única abierta a los medios de comunicación, el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no hizo mención alguna a este asunto.
Después, en el debate a puerta cerrada, tomó la palabra el propio Montilla, algo inusual porque forma parte del Comité Federal en calidad de miembro de la Comisión Ejecutiva, cuyos miembros no suelen hablar en estas reuniones, a excepción del secretario general.
El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, explicó después en rueda de prensa que Montilla acordó con él que intervendría en el Comité Federal. Fuentes cercanas al dirgente catalán justifican esta decisión en las especiales circunstancias de esta reunión.
La próxima semana Montilla tomará posesión como presidente de la Generalitat, con lo que pasará a formar parte del Comité Federal del PSOE en calidad de presidente autonómico, sustituyendo así a Pasqual Maragall, que hoy no asistió.
HUMILDAD
Según varios presentes en la reunión, Montilla pronunció un discurso "humilde", reconociendo errores del anterior tripartito y reiterando su voluntad de corregirlos, y explicando a sus compañeros los motivos de su decisión.
Entre esos motivos, lo que más caló en alguno de los asistentes es la constatación de que cualquier otra opción hubiera sido difícilmente comprensible para sus propios electores.
Aunque algunos veían un acuerdo con CiU como hipótesis más conveniente, Montilla dejó claro que este partido es oposición del PSC en Cataluña, y representa un proyecto conservador frente a la ideología progresista y de izquierdas de los socialistas.
Además, explicó, otra opción distinta del tripartito hubiera perjudicado las expectativas electorales de los socialistas en futuras convocatorias, porque quienes votan socialista en generales no quieren al PP pero tampoco se fían de CiU.
Otro de los mensajes de Montilla que gustó a los miembros del Comité Federal es su pretensión de que las políticas sociales sean una seña de identidad de Cataluña, junto a la lengua y la cultura.
Finalmente, Montilla aseguró al Comité Federal que una de sus tareas prioritarias será invertir el deterioro que la imagen de Cataluña ha sufrido fuera de España, y mejorar y potenciar las relaciones de esta comunidad con las demás.
Aunque defendió el tripartito, Montilla precisó que respeta y respalda las gestiones del Gobierno central y del PSOE para garantizar su estabilidad parlamentaria, que puede incluir búsqueda de acuerdos puntuales con CiU.
Muchos de quienes pidieron la palabra en el Comité Federal expresaron desde la tribuna su respaldo a Montilla, incluso miembros de federaciones tradicionalmente críticas o reservadas, como Castilla-La Mancha o Extremadura.
En su respuesta final, Rodríguez Zapatero subrayó su confianza en Montilla. "Le he tenido como ministro", recordó, "sé como trabaja y sé que tiene voluntad de una gestión de Gobierno seria, eficaz, socialmente comprometida y entrañable con el conjunto de España".
GESTIÓN DEL AGUA
Si algo marcó las intervenciones ante el Comité Federal fue la defensa que los presidentes autonómicos y secretarios generales de federaciones hicieron de sus estatutos de autonomía, especialmente en el caso de los que están pendientes de aprobación definitiva, como es el caso de Aragón o Castilla-La Mancha.
El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, puso en valor que su comunidad fuera la primera en ver en el Parlamento autonómico un acuerdo con el PP, incluso en la política del agua después de años de confrontación en esa materia.
Algo similar defendió respecto de su comunidad el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, en una intervención que disgustó al secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Plà.
Plà intervino de los primeros en el Comité Federal y eludió meterse a fondo en el tema de las reformas estatutarias, quizá consciente de que el Estatuto de su comunidad ha sido recurrido por Castilla-La Mancha.
Sin embargo, después tomó la palabra José María Barreda para hacer desde la tribuna una encendida defensa de la reforma estatutaria de su comunidad, acordada también con el PP.
El proyecto de Estatuto de Castilla-La Mancha incluye el final del trasvase Tajo-Segura en el 2015, y Barreda argumentó ante el Comité Federal que la gestión del agua es imprescindible para que su comunidad pueda ejecutar las competencias que tiene transferidas, como agricultura u ordenación del territorio.
EN LA DICTADURA
Reclamó por ello expresamente la cogestión en los organismos de control del agua, también en la Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura, e hizo un recordatorio que no gustó a algunos.
La obra del trasvase, recordó, se ejecutó en la dictadura, cuando no se preguntaba a los ciudadanos ni a los territorios, ni se consideraban elementos que ahora sí se tienen en cuenta, como el desarrollo sostenible y también nuevas tecnologías que han surgido desde entonces. Por ello, "hay que revisarlo", remarcó.
Comentó, además, en un claro mensaje a las regiones de Levante, que el Tajo discurre hacia el Atlántico, no hacia el Mditerráneo, y los ríos no se pueden trocear, pero tampoco desviar.
Pese a que de estas intervenciones se puede deducir cierta tensión, tanto Barreda como Plà dejaron claro en sus intervenciones que están abiertos al diálogo.
Además, luego el secretario general y presidente del Gobierno, como hizo Blanco en rueda de prensa, recordó que el Congreso de los Diputados tendrá por delante la labor de seguir conjugando los intereses particulares recogidos en las propuestas de reforma con los intereses generales.
José Blanco concluyó del debate interno que un punto coincidente en las intervenciones sobre este asunto fue "dar la bienvenida" al PP al proceso de reformas, una vez que con el Estatuto de Andalucía "ha abandonado la radicalización y la confrontación sobre la idea de que se rompe España".
(SERVIMEDIA)
18 Nov 2006
CLC