EL COMITE FEDERAL DEL PSOE CREE QUE EL PP "NO SE HA DERRUMBADO", PERO PUED HACERLO EN 2004 SI SIGUE LA TENDENCIA INICIADA

-Leguina se muestra molesto con la dirección por abrir el debate entre el nuevo y el viejo PSOE

-Rodríguez Ibarra cree que Aznar "debería haber dado la cabeza de su ministro" de Defensa a las víctimas de los militares fallecidos en el accidente de avión

MADRID
SERVIMEDIA

El Comité Federal del PSOE concluyó su primera reunión tras las elecciones del 25 de mayo con la idea de que el PP no se ha derrumbado y tiene muchos resortes a su disposiión para evitar la pérdida de poder, pero puede hacerlo en las generales de 2004 si los socialistas saben construir y trasladar a la sociedad una alternativa sólida frente a un desgaste del Gobierno que puede aumentar notablemente desde ahora hasta la próxima primavera, ya que asuntos como el "Prestige" o la guerra en Iraq pasarán factura al Ejecutivo central.

La reunión comenzó con una intervención abierta a los medios de comunicación del secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, y prosiguió on un debate a puerta cerrada en el que intervinieron unos 30 miembros del Comité Federal, máximo órgano de dirección del PSOE entre Congresos. Según fuentes asistentes a la reunión, la coincidencia generalizada fue alertar de lo difícil que será ganar al PP dada su potencia, pero resaltando que el partido está en condiciones de poder hacerlo.

De hecho, en su respuesta a todas estas intervenciones, Rodríguez Zapatero subrayó como factor fundamental la cohesión "envidiable" del partido. No ha habido derumbe del PP, reconoció, "pero eso no significa que no pueda verse en 2004" porque hay asuntos que siguen en la conciencia de los ciudadanos, tales como el "Prestige" o la guerra contra Iraq, y los cambios de voto son lentos.

El líder socialista dejó caer así la idea de que los ciudadanos pueden no haber pasado la factura completa al PP en las elecciones del 25 de mayo. Recordó para reforzar su tesis que cuando el PSOE tenía mayoría absoluta en el Gobierno central ganaba las municipales y autonómicas or dos millones y medio de votos más, y esta vez los populares las han perdido a pesar de tener 183 escaños en el Congreso.

La constatación de que pierden poder paulatinamente es lo que lleva al PP, según la tesis expuesta por el líder socialista, a atacar todo acuerdo poselectoral que contribuya a acentuar esa tendencia. Sin embargo, se mostró convencido de que esa actitud será percibida por la ciudadanía como un síntoma de declive de ese partido, como lo será también la utilización por parte de los opulares de "toda su artillería" contra los socialistas.

NI A LA IZQUIERDA NI A LA DERECHA

Rodríguez Zapatero eludió el debate sobre dónde se encuentran los caladeros de votos, si a la izquierda o a la derecha del PSOE, que había sido suscitado por algunos dirigentes del partido y que surgió también en el Comité Federal. La cuestión no son los caladeros, aseguró, sino conseguir llegar a la cabeza y al corazón de los ciudadanos, y "nosotros lo vamos a hacer como socialistas, sin maquillaje, en las elcciones de 2004", sentenció.

La advertencia sobre la dificultad de vencer al PP llegó en primer lugar por boca del presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Se trata, alertó, de un partido "durísimo", con una corporación mediática, económica y religiosa muy poderosa a su servicio. La victoria en las generales pasa, en su opinión, por un liderazgo solvente que el PSOE ya tiene en Rodríguez Zapatero, por mejorar equipos, y por construir una alternativa creible y que genere confianza.

Es necesario también, decía Rodríguez Ibarra, traducir a propuestas políticas concretas las protestas de los ciudadanos en las calles y denunciar "las mentiras" del PP y su "incapacidad para asumir responsabilidades".

Como ejemplo de esta actitud del PP contraria a la asunción de responsabilidades se refirió al accidente de avión que costó la vida a 62 militares españoles que regresaban de Afganistán. El simple hecho de conocer las condiciones en las que viajaban era suficiente, en su opinión, para qu el presidente del Gobierno "hubiera dado la cabeza de su ministro" a los familiares de las víctimas.

En todo caso, Rodríguez Ibarra se mostró convencido de que el partido está en buena situación y, de hecho, aseguró que el respaldo electoral obtenido en Extremadura hubiera sido impensable sin un partido cohesionado y fuerte en todo el Estado. Hizo además a Rodríguez Zapatero copartícipe de su triunfo al recordar que tuvo que convencerle para que fuera candidato, adquiriendo para ello compromisos persnales de futuro para esta comunidad. "Si Trinidad Jiménez era su candidata, su candidato era yo", dijo en un momento de su intervención.

PP, "IRRESPONSABLE PERO EFICAZ"

En esta misma línea el líder de los "guerristas" madrileños, José Acosta, alertó de la existencia de una derecha social que motiva la resistencia de la derecha política. La idea de que el PP tiene una base sólida y una gran trama de apoyos entre los poderes fácticos fue subrayada también por el secretario general de los socialistas mdrileños y posible presidente de la Comunidad en un futuro inmediato, Rafael Simancas, para quien los populares han hecho una campaña "irresponsable, zafia, pero eficaz".

No obstante, Simancas subrayó también la buena situación del partido y, de hecho, recibió un aplauso de sus compañeros cuando expresó su satisfacción por subir a la tribuna del Comité Federal "sabiendo que la Federación Socialista Madrileña ya no es un problema para el PSOE".

En este clima de debate "constructivo" sin crítica diecta alguna, la "rara avis", como se definió a sí mismo, fue el ex presidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina, para quien no se han cumplido las expectativas, en parte porque la dirección del partido no gestionó bien las protestas contra la guerra. Cuando el conflicto terminó, dijo, cambió el viento, pero el partido no cambió la posición de las velas.

Se mostró, además, molesto con la dirección federal por las afirmaciones de alguno de sus miembros de que el partido está ahora mejor preparad que en 1982, cuando ganó con mayoría absoluta. Además de que es "injusto", dijo, si se abre un debate entre "nuevo y viejo PSOE" se verá "que los viejos somos más". En todo caso, y puesto que los dirigentes aseguran que contarán con todos al construir su alternativa, Leguina aventuró que él quiere estar "en la organización del trabajo y en la selección del personal".

En su respuesta, Rodríguez Zapatero le recordó que él no ha refundado ni rejuvenecido el partido, sino que lo ha renovado, y que siempr ha reivindicado la historia reciente del partido y a sus protagonistas, que siguen siendo todos últiles y necesarios.

La afirmación de Leguina de que no se gestionó bien el rechazo a la guerra fue rebatida por los representantes de Izquierda Socialista Juan Antonio Barrio de Penagos y Manuel de la Rocha, que también defendieron los acuerdos tanto en la Comunidad de Madrid como en la de Cantabria.

FRUSTRACION, ESPERANZA Y TRISTEZA

Los dirigentes de esta corriente entregaron a los miembros del Cmité Federal un documento en el que expresan su visión de la situación. Partiendo de la base de que comparten las posiciones de la dirección, reconocen la "frustración" que han producido los resultados debido a las altas expectativas en algunos lugares y piden mayor contundencia ante las descalificaciones lanzadas desde el PP contra los acuerdos con Izquierda Unida. Creen que no se debe aparecer "vergonzantemente" por suscribirlos, sino explicar claramente a los ciudadanos que es necesario llegar a ellos pra vencer a una derecha unida.

Sin hablar de frustración, el presidente de los socialistas catalanes, Pasqual Maragall, reconoció una cierta mezcla de "esperanza y tristeza" al analizar los resultados en algunos lugares y contrastarlos con las expectativas generadas. Sin embargo, se mostró muy optimista ante el futuro al asegurar que él será presidente de la Generalitat de Cataluña y esta comunidad se integrará en una España plural y la comunidad pasará "de la protesta a la propuesta".

Sobre los actos poselectorales, Rodríguez Ibarra puso dos condiciones generales: la primera, que sean acuerdos entendibles por la ciudadanía, y la segunda, que no perjudiquen el objetivo prioritario que tiene ahora el PSOE, que es ganar las elecciones de 2004, una clara alerta con la que muchos pensaron que se refería al acuerdo en Cantabria para ceder la Presidencia a los regionalistas.

Precisamente, la secretaria general del partido en esta comunidad y cabeza de lista, Dolores Gorostiaga, reconoció en el Comié Federal los riesgos de ese acuerdo pero lo defendió argumentando la gran "pulsión de cambio" existente entre los cántabros y recordando que lo importante para evaluarlo será la acción de Gobierno y su estabilidad, algo que también señaló Matilde Fernández, que respaldó sin reservas este acuerdo como también lo hizo el ex presidente de esta comunidad Jaime Blanco basándose en esa pulsión de cambio.

Varios fueron los dirigentes socialistas que felicitaron expresamente a sus compañeros vascos por el reultado de los comicios. El secretario general, Patxi López, recordó que son los mejores del PSE en unas municipales desde 1983 y se mostró convencido de que el suyo es el partido que mejor ha resistido los avatares de la política vasca en los últimos meses.

López dejó claro que el proyecto de los socialistas vascos "no es el Plan Ibarretxe pero tampoco la España imperial de Aznar", sino una alternativa real al nacionalismo basada en el diálogo como mecanismo de integración y en la Constitución y el Esatuto como referentes.

(SERVIMEDIA)
06 Jun 2003
CLC