Alberto Caumel, de 18 años, tenía un contrato por necesidades de la producción con Iber-Swiss en el departamento de pastelería hasta el 30 de septiembre, pero el pasado día 21 fue despedido por acudir al tabajo con un pendiente, según denunciaron los sindicatos.

La decisión de repartir un pendiente entre todos los trabajadores varones de Iber-Swiss ha sido propuesta por CCOO y aprobada hoy por el comité de empresa. El objetivo de esta medida, según Tomás Valencia, presidente del comité de empresa, es protestar contra la negativa de la dirección de Iber-Swiss de readmitir a Caumel.

Los responsables del comité de empresa desmintieron categóricamente las afirmaciones de la empresa que aluden a la fala de higiene personal del joven.

Con el reparto de pendientes, los sindicatos pretenden demostrar que el hecho de llevar un pendiente no es perjudicial para la higiene ni para la productividad.

Tomás Valencia explicó que con esta medida intentan que la empresa deponga su actitud y readmita al trabajador, sin que sea necesario llegar a la fecha de celebración del juicio en el juzgado de lo social, como consecuencia de la demanda que está tramitando CCOO.

Este sindicato considera que es discriinatorio rescindir el contrato a Caumel por llevar un pendiente, cuando las mujeres que trabajan en la Iber-Swiss llevan pendientes y no se ha planteado ningún problema.

Según el sindicato, Iber-Swiss, al ser una empresa de hostelería, tiene unas normas de seguridad e higiene que debe cumplir, pero entre ellas no figura que el trabajador no pueda llevar pendientes.

Iber-Swiss, que está participada en un 70 por ciento por Iberia y en un 30 por ciento por la compañía aérea Swisser, es una empresa qe suministra comida a Iberia.